Sánchez-Reyes: «El alcalde lleva un año demostrando que, para lo que quiere, encuentra dinero»

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Publicado el 7 de julio de 2020


La portavoz popular en el Ayuntamiento de Ávila, Sonsoles Sánchez-Reyes, ha respondido a las palabras del alcalde en las que aseguraba que el PP dejó â??arruinadoâ?? al Consistorio. Una muestra más «de la falta de humildad y autocrítica del primer edil, que no deja de culpar de todo a su antiguo partido», señala.

Enumera la portavoz las veces que, en este primer año de mandato, el alcalde «ha encontrado el dinero que ha necesitado en un Ayuntamiento, como él dice, arruinado. Lo encontró a las primeras de cambio para pasar de tres a siete concejales liberados; para aumentar en seis mil euros el salario de diez asesores; para subirse el sueldo, él y los otros seis liberados, un 2% el 1 de enero -por si fueran escasos sus salarios, de 70.000 el suyo o de 50.000 el de los otros liberados-; para comprar un nuevo coche oficial de 41.000 euros en plena pandemiaâ?¦ para todo eso no ha habido problema en encontrar dinero».

Además, Sánchez-Reyes argumenta que «en medio de la supuesta ruina del Ayuntamiento, con una deuda financiera heredada de 26 millones, él y Por Ávila la han subido un 46%, 12 millones más, en este primer año de su mandato. Si tan arruinado estuviera el Consistorio, nadie le habría dado nuevos préstamos».

Señala que «en ese Ayuntamiento â??arruinadoâ??, la Corporación anterior no subió el IBI y logró bajar la deuda. En cambio, él, nada más tomar posesión, cogió el camino más fácil: subir los impuestos a los abulenses actuales, y dejar una importante deuda añadida a los abulenses del futuro, a pagar en los próximos diez años».

Facturas impagadas

Acerca de las facturas impagadas, la concejala del PP reitera que, «el alcalde, cuando asegura que encontró cuatro millones en facturas sin pagar en los cajones, está señalando a los técnicos y trabajadores municipales, que siempre han hecho un magnífico trabajo. Lo que no cuenta a los abulenses son los millones que quedaron en Tesorería con el cambio de mandato en las cuentas del Ayuntamiento, y que permitiría pagar esas facturas muy holgadamente». En este sentido, «el alcalde tampoco explica que no ha mejorado en absoluto el periodo de pago a la gran mayoría de los proveedores. Actualmente, entre el 80 y el 90% de las facturas municipales se pagan fuera del plazo legal, con lo que, si los proveedores pidieran intereses de demora, habría que abonárselos».

La portavoz popular resume la situación en «la falta de humildad y autocrítica de un alcalde que no deja de culpar de todo al PP y de atacar personalmente al adversario sin dar nunca un solo argumento veraz sobre los temas de debate, un rasgo más de su deslealtad absoluta hacia sus antiguos compañeros, cuando tiene en su equipo, sin que se le caiga la cara de vergüenza, a dos exasesores de ese Partido Popular al que pone verde, a la misma secretaria de Alcaldía que tuvo García Nieto e incluso hasta a la extesorera del PP de Ávila de teniente alcalde de Hacienda. O no se cree sus propias palabras o es un iluso si pretende que la ciudadanía se las crea».

En definitiva, la portavoz del PP opina que el alcalde «parece un disco rayado, repitiendo durante un año excusas para echar la culpa a los anteriores, o al coronavirus y, mientras tanto, incumplir y olvidarse de los compromisos de su programa electoral, que ahora se ven ya como promesas vanas». Y se cuestiona «si en su programa hubiera figurado todo lo que hemos mencionado, los 11.000 abulenses que le votaron lo hubieran hecho. Estamos seguros de que habrían sido muchos menos, porque, por muchas excusas que ponga, en su programa electoral no dijo que iba a subir el IBI, que iba a comprarse un coche nuevo, que iba a liberar a siete concejales, que iba a subir el sueldo de los asesores políticos y a endeudar al Ayuntamiento».

En cuanto a la labor de oposición del Grupo Municipal, Sánchez-Reyes subraya que «sólo durante la pandemia hemos ofrecido hasta 75 medidas, pero el equipo de Gobierno apenas ha aceptado ninguna. La oposición debe proponer y fiscalizar, como ya hacemos. La pena es que la idea que el alcalde tiene de colaborar es simplemente aplaudirle todo el tiempo». Y califica de «barbaridad la afirmación que hace de que nosotros preferiríamos una ciudad peor. No merece ni respuesta. Todos tenemos nuestros trabajos en Ávila, nuestra familia en Ávila, queremos a nuestra ciudad. Por eso no queremos para ella un alcalde que increpe a los ciudadanos que no piensan como él».