Balance del primer año de mandato de Por Ávila: «Dijeron ser el cambio, pero han demostrado ser un cambiazo»

...

Publicado el 15 de junio de 2020


Este lunes se cumplen doce meses desde que Por Ávila accedió a la Alcaldía de la capital. Desde el Grupo Municipal Popular se hace balance de un año «perdido para la ciudad, en el que el alcalde y su equipo de Gobierno han demostrado nula altura e incapacidad para gestionar un consistorio como el abulense. Se han movido entre coartadas y han demostrado que su programa electoral era un señuelo que no ha supuesto avances para Ávila en ningún aspecto; incluso, en muchos casos, lo que ha habido son retrocesos».

La portavoz popular en el Ayuntamiento, Sonsoles Sánchez-Reyes, critica «el fondo y las formas de un partido y de un alcalde que no aportan nada más allá de la propaganda y los eslóganes vacíos. Dijeron ser el cambio, pero han demostrado ser un cambiazo».

Sánchez-Reyes incide en que «gran parte de los logros que exhiben como propios, como es la Edusi o las obras en el Polígono de las Hervencias, proceden del anterior mandato. En estos doce meses no han añadido ni un solo gran proyecto propio. Ninguno».

Y es que, profundiza la portavoz popular, «el balance entre el debe y el haber de este alcalde es muy elocuente. Por un lado tenemos una presión fiscal que ha aumentado a niveles de récord; el paso de tres a siete concejales liberados y el aumento en casi 300.000 euros anuales del gasto en sueldos políticos; la anulación atropellada e injustificada de un acontecimiento para Ávila como el concurso hípico; la puesta en riesgo del Plan Cogotas para solucionar el problema histórico del agua; la paralización de la RPT municipal; los nulos avances para desarrollar mociones aprobadas por el Pleno; y lo que es más grave de todo: la ausencia total de un modelo de ciudad, de un proyecto sólido, lo que se puede comprobar a diario».

«De sus grandes promesas electorales, nada se sabe: ni de las bonificaciones municipales a los usuarios habituales del peaje a Madrid, ni de las mejoras en las comunicaciones ferroviarias, ni de la llegada de nuevas empresas e industrias a la capital, ni de las escaleras mecánicas, ni de la antigua estación de autobuses. Nada absolutamente. Y lo que es peor aun: los retos y problemas que había hace un año en la ciudad de Ávila no solo no se han resuelto, sino que se han agravado», subraya Sánchez-Reyes.

En cambio, continúa la portavoz del PP, «¿qué hay en el haber de este alcalde? Fotos, populismo, oportunismo político, reivindicación estéril, afán de protagonismoâ?¦ el estilo de un primer edil que trabaja con oscurantismo, pero, para maquillarlo, crea una Concejalía de Transparencia y, cuando lo considera oportuno, se lava las manos escudándose en los técnicos municipales para tomar decisiones políticas».

La política fiscal del Ayuntamiento en este primer año de mandato amarillo preocupa especialmente en el PP, ya que es «la más perjudicial que se ha conocido en esta ciudad. El hachazo del IBI, de un 8,6%, ha hecho que Ávila sea líder en subida de impuestos en toda España. Con lo que les gustan las fotos, esa es la más importante que han conseguido en este primer año». Sin olvidar, incide, «el cobro de tasas por préstamo de material municipal a entidades sin ánimo de lucro, que en los anteriores mandatos estaban exentas». Y se preguntan «si con estas medidas en su programa electoral, alguien cree que les habrían votado todos los abulenses que lo hicieron».

«Y si hablamos de ser líderes en cuanto a la subida de IBI, tampoco nos quedamos atrás en el aumento del desempleo. Si analizamos el último año, en nuestra ciudad el paro ha subido en 10 de los 12 meses, cosa que sólo ha sucedido en otras tres capitales de provincia españolas: Burgos, Pamplona y Tarragona. Ninguna otra capital ha tenido un comportamiento tan malo», señala Sánchez-Reyes.

La concejala popular apunta, además, que «la única estrategia que conoce por Ávila es la del sesgo para aportar datos, dar titulares con medias verdades o directamente falsos intentando aumentar descontentos y enfrentar entidades o personas. Es una manera de hacer política de la que nunca se saca nada en claro, que va a lastrar a nuestra ciudad durante todo el mandato».

Reconoce que los abulenses situaron al Grupo Municipal Popular en la oposición y por ello, «con total dedicación, estamos haciendo la labor que democráticamente nos corresponde, la de fiscalizar la labor del Gobierno, la de proponer alternativas y la de señalar todo aquello que se puede mejorar desde la Alcaldía».

«Sin embargo», continua Sánchez-Reyes, «constantemente nos estamos enfrentando a un equipo de Gobierno hermético que no tiene en cuenta a la ciudadanía -puesto que ha dejado de convocar gran parte de los consejos municipales-, no acepta apenas propuestas de la oposición y con una falta de comunicación con el resto de grupos políticos que queda patente cuando, en muchas ocasiones, informa antes a la prensa que a nosotros. Nos piden lealtad, pero Por Ávila entiende la lealtad como algo ciego y acrítico, y esa lealtad no la van a tener por nuestra parte».

Por último, la pandemia del coronavirus «ha sido el máximo exponente de esa inacción, improvisación, ausencia de modelo de ciudad y reivindicación vacía que caracteriza a Por Ávila. Hasta marzo, todo se debía a esa herencia recibida de la que se quejan amargamente, pero con la que han podido aumentar la deuda del Ayuntamiento un 40% en un año. Desde marzo, su coartada es pedir a las demás administraciones que hagan incluso lo que les toca a ellos competencialmente. Un despropósito que tiene pocos visos de corregirse».