Castilla y León es una Comunidad Autónoma ejemplar en lo que a servicios sociales se refiere, con el acceso más ágil y efectivo de toda España a las prestaciones relacionadas con la Dependencia. Aun así, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, manifestó hace unos días que la intención de su departamento es reducir a tres meses el plazo máximo para obtener estas ayudas.

Esta situación implica que los ayuntamientos -encargados de evaluar cada caso y elevar un informe al Gobierno regional para que éste determine la concesión y el grado de las ayudas- deberán adaptarse a la nueva situación y agilizar los trámites que tienen encomendados.

La portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Servicios Sociales, Inmaculada Pose, explica que «la labor del Ayuntamiento en el proceso para la concesión de ayudas a la Dependencia es fundamental. Todo lo que el Consistorio tarde en entrar en acción supone un retraso para el demandante de la ayuda, por eso solicitamos al equipo de Gobierno que esté preparado para dar respuesta a ese objetivo de la Junta de Castilla y León que va en beneficio de muchos abulenses, puesto que, cuanto antes se disponga de la resolución, antes el beneficiario podrá contratar un servicio del catálogo, como residencia, Centro de Día, asistencia personal? lo que se traduce en atención a las personas y en crear puestos de trabajo».

El Grupo de concejales del PP felicitó expresamente en la Comisión de Servicios Sociales del pasado 17 de julio «a todos los funcionarios que trabajan en esta área del Ayuntamiento, por su implicación y profesionalidad» y brindó su «apoyo y conocimiento en esta materia para trabajar juntos en la búsqueda de soluciones en pro de la ciudadanía».

Asimismo, en esa Comisión Pose solicitó el Plan de Formación de los trabajadores en el área de Servicios Sociales, «porque si queremos tener unos servicios eficaces y eficientes necesitamos que los profesionales reciban una formación a lo largo de todo el año. Se propone que no sólo puedan asistir a cursos formativos que surjan en la propia ciudad, sino que sean también los propios trabajadores los que puedan trasladar sus necesidades formativas para intentar facilitarlas a través de diferentes medios o establecer líneas de colaboración con diferentes colegios profesionales, como el de trabajadores sociales».