La mala gestión y la incapacidad para el trabajo efectivo del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ávila, con su alcalde propagandista a la cabeza, ha hecho perder al Consistorio durante este mandato cerca de cuatro millones de euros en recursos, ayudas y subvenciones procedentes de otras administraciones, especialmente de la Junta de Castilla y León.

Esta semana, según denuncia el Grupo Municipal del PP, se ha vivido “otro de esos momentos en que el primer edil trata de tontos a los abulenses, pretendiendo que crean sus falacias y poniéndose medallas, en este caso acerca del mantenimiento de los colegios públicos de la ciudad, que es competencia municipal”, como subraya Jacqueline Martín, portavoz popular en la Comisión de Cultura, Educación y Deporte del Consistorio.

Ha sido con motivo de la visita a las obras de remodelación de la cubierta del CEIP La Encarnación, donde el regidor tuvo la “desfachatez” de reclamar a la Junta de Castilla y León más implicación en el mantenimiento de estas infraestructuras, lo que legalmente es competencia de los ayuntamientos. “Es la ley del embudo que siempre utiliza este señor, hablando de que el Gobierno regional ‘se lava las manos’ o deja ‘mochuelos’ al Ayuntamiento, pero los abulenses saben dónde anidan los pájaros en esta ciudad”, ironiza Martín.

De este modo, la concejala del PP recuerda que “ahora que vienen elecciones y el alcalde está buscando votos como pollo sin cabeza, se preocupa de los colegios de la ciudad, a los que ha tenido abandonados todo el mandato, e incluso se atreve a hablar de la situación de las calderas, cuando él ha sido el que perdió una subvención de 168.000 euros, precisamente de la Junta de Castilla y León, para sustituir el sistema de calefacción del CEIP Cervantes, que hemos tenido que pagar los abulenses con nuestros recursos, tal y como venimos denunciando desde enero de 2022, más de un año”.

En este sentido, incide en que el presupuesto de mantenimiento de colegios “era de 85.000 euros en 2019, pero XAV lo redujo a 55.000 en 2020 y lo ha mantenido así desde entonces”. Y no olvida Martín que “desde el 1 de julio, hace más de medio año, tienen caducado algo tan sensible como es el contrato de limpieza de los colegios de la ciudad”, lo que los populares advirtieron “antes de que ocurriera” y llevan denunciando con posterioridad, exigiendo que salga a licitación; ni el desprecio al programa Patrimonitos ni la eliminación de las ayudas a la compra de libros de texto.

“Este es el legado educativo que el alcalde y su batallón de concejales liberados dejan a la ciudad. Esto es lo que obligan a pagar a los vecinos de Ávila, que tenemos que asumir el hachazo del IBI y la subida de otras tasas y tributos municipales mientras sigue la pérdida millonaria de subvenciones y la ineficacia en el uso de los recursos del Consistorio”, sentencia Jacqueline Martín.