“Toda la incapacidad para realizar un solo proyecto propio y por sí mismos; toda la desidia para abordar el trabajo real de despacho más allá de las fotos, los disfraces y la propaganda, y toda la inacción de Por Ávila para conseguir fondos de otras administraciones, como el millón cien mil euros perdido de las ayudas estatales por los daños de Filomena están contenidos en el recibo del IBI que miles de abulenses con el impuesto domiciliado pagan estos días al Ayuntamiento”. Con estas palabras define Mario Ayuso la situación de “asfixiante presión fiscal” y “ausencia total de empatía frente a la crisis” del alcalde y su equipo de Gobierno.

“Estas últimas semanas hemos visto sacar pecho y sonreír mucho al primer edil, a su portavoz y a su teniente de alcalde de Hacienda asegurando que las ordenanzas fiscales se congelaban. De lo que no se dan cuenta quienes dirigen el Ayuntamiento es de que, si te dan un hachazo con el filo del arma congelada, el golpe es el mismo”, reflexiona el portavoz del PP en la Comisión de Hacienda.

Ni en su proyecto de 2021 ni en el de 2022 ni en el recientemente aprobado para 2023 XAV y Cs han tenido “suficiente empatía para atender nuestra solicitud de regreso del IBI al nivel de 2019, el previo a la crisis de la pandemia y a la crisis inflacionaria, así que este año completan su mandato ‘regalando’ a los abulenses la subida del 8,6 por ciento aprobada hace tres años”.

Muchas familias, autónomos y pymes de la ciudad siguen sufriendo hoy las consecuencias de la crisis económica derivada de la pandemia, a la que se ha unido la subida histórica de los precios de los suministros (combustibles, electricidad…) y la creciente inflación, tan alta como no se recuerda desde hace décadas.

Los populares insisten en que el equipo de Gobierno “tendría que haber habilitado una línea especial de bonificaciones a los tributos municipales (IBI, basuras, impuesto de circulación…) atendiendo a las circunstancias excepcionales que vive la economía de la ciudad, como también ha venido pidiendo nuestro Grupo, pero no lo ha hecho porque prefiere seguir asfixiando a los abulenses a base de impuestos altos que no se traducen de forma visible ni en inversiones ni en mantenimiento de la ciudad”.

Finalmente, Ayuso recuerda que la fiscalidad “no tendría por qué ser tan alta si XAV realizase su trabajo y no llevara desperdiciados casi tres millones de euros en subvenciones perdidas, una cantidad que equivale nada menos que a dos años enteros de subida del IBI a todos los abulenses”.